Lo mejor que hizo Freud fue la historia del Presidente Schreber. Se mueve ahí como pez en el agua. [...] No fue a hacerlo charlar al Presidente Schreber. De todos modos, nunca es más feliz que con un texto. Jacques LACAN

viernes, 22 de abril de 2016

MIRÓ Y EL PSICOANÁLISIS: POSIBILIDAD DE UN ENCUENTRO. La vía cronológica: Miró coetáneo de Freud.

Manuel Gómez-Moreno González, Su hijo Pepe.
La habilidad de Miró para crear personajes, su fina intuición para construirlos sujetos a las pasiones que dominan los comportamientos y los destinos de los hombres, su capacidad para analizarlos bajo la lupa de la introspección han evocado y planteado desde hace décadas la presencia de referentes científicos" -psicología, psiquiatría-, que pudiera dar soporte a la «clínica» de algunos de sus personajes, particularmente de aquellos que presentan comportamientos más tortuosos, fantasías más poderosas, exigencias más inaplazables.
Todo esto ha hecho volver la mirada sobre las teorías de algunos psicólogos y psiquiatras contemporáneos de Miró. Las amistades médicas del novelista y su interés por la materia, así como la presencia en su biblioteca de libros de aquellas disciplinas así lo justifican. De entre los autores a los que se suele mencionar figuran expresamente los del psiquiatra Kraft-Ebing, y los del psicólogo francés Binet, ambos en relación a la temática y el simbolismo fetichista presente en algunas de sus producciones.
Más controversia parece haber suscitado la posibilidad de referir a la influencia de las tésis psicoanalíticas aquellos comportamientos y temáticas a las que aludimos. Por un lado, y entre quienes lo niegan, se argumenta que la misma coetaneidad de Miró y Freud hacían biográficamente imposible un «encuentro» entre ambos, habida cuenta de que Miró no conocía la lengua del austriaco. Otros, sin embargo, lo dan por hecho, aunque no lo justifican. Por último, hay quienes, aceptando las dificultades para poder afirmarlo, creen ver razones suficientes para admitir una seria posibilidad. Sea como fuere, la lectura de la obra de ambos no deja de suscitar con reiterada frecuencia la resonancia psicoanalítica en la narrativa mironiana.
Sin embargo, un planteamiento así implica cierta confusión en tanto supone, aunque lo oculta, una discusión previa del lugar que el psicoanálisis está llamado a ocupar en el campo de la crítica literaria.
La discusión planteada por los críticos de Miró que abordan este aspecto de la presencia posible o no de las ideas freudianas en la literatura de aquel, atañe exclusivamente a la perspectiva ideológica. Es decir, la pregunta si en el bagaje cultural de Miró estaban presentes las lecturas necesarias para que el autor alicantino tuviera incorporado en su background, en sus presupuestos teóricos acerca del hombre, o en su personal «filosofía de la vida», sea a nivel consciente o inconsciente, una determinada parte de la perspectiva psicoanalítica.
Indudablemente esta «vía cronológica» exige como condición necesaria la posibilidad de que Miró pudiera entrar en contacto directo o indirecto con las ideas de Freud. Ello supone, básicamente, hablar de los intereses e inquietudes extraliterarios de Miró, y conocer las posibles fuentes y canales de acceso de este a las producciones psicoanalíticas.
Respecto a lo primero, sabemos de su interés por el mundo de la medicina en un sentido amplio. La presencia en sus novelas y sus amistades entre el círculo de profesionales de la medicina así parecen testimoniarlo. En esta dirección hay que considerar que es, lógicamente, este canal médico la primera puerta de entrada del psicoanálisis en España. Y esto suficientemente temprano como para que, en vida del propio Miró, el psicoanálisis llegara a alcanzar en nuestro país una importante difusión, y no solamente en los círculos médicos profesionales. Incluso podemos comprobar que, aceptando el año de 1912 como la fecha de la posible conclusión de Dentro del cercado, para esa fecha contamos ya en España con la publicación en Granada y en Barcelona de la traducción de Los mecanismos psíquicos de los fenómenos histéricos. "Comunicación preliminar", de J.Breuer y S. Freud, en sendas revistas médicas; contamos también con un artículo del doctor Gayarre, publicado esta vez en una revista médica de Madrid, y el artículo del filósofo Ortega y Gasset sobre el psicoanálisis, publicado en La Lectura. Tanto el artículo de Gayarre como el escrito freudiano traducido tienen por tema específico el de la clínica psicoanalítica de la histeria. El del filósofo español aborda los aspectos esenciales de la dinámica de lo inconsciente, sin descuidar tampoco el aspecto psicopatológico. Tener esto en cuenta me parece de interés, habida cuenta que, tal como intentaremos mostrar en los capítulos siguientes, es la conflictividad psíquica que muestra la histeria el núcleo de conformación de la novela de Miró que estudiaremos.
Pero con ser esta la primera, no es la única puerta que se abrió en España a las ideas freudianas. Con ser tardía, es interesante constatar que, siendo la carrera de leyes la formación universitaria de Miró, fue en este terreno en el que el psicoanálisis tuvo animosos defensores y divulgadores.
Las otras dos entradas de importancia, por la incidencia de su difusión en la cultura general, fueron la pedagogía avanzada que floreció en la España del primer tercio del siglo XX, y, precisamente, la producción literaria de algunos autores de relevancia. Esto último interesa particularmente en tanto barómetro de la presencia lograda por el psicoanálisis en las capas sociales españolas de cierto nivel cultural.
Tampoco hemos de descuidar la penetración psicoanalítica en los países hispanohablantes de América. Los intercambios científicos, artísticos y culturales entre ambas orillas del Atlántico merecen ser considerados, aunque no entremos en valorar la cantidad ni la calidad de aquellos. Nuestra intención no pasa de desplegar lo más ampliamente posible el abanico de oportunidades en el que pudo darse un tal encuentro. Por ello no evitaremos el espacio en lengua francesa, idioma y cultura próximos a Miró.
De la discusión sobre la fecha exacta de la publicación de la novela, que parece difícil de situar por lo prolongado de su gestación, nos interesa destacar que, ya sea 1916 o bien 1912, Miró anuncia «su inminente publicación...» a fines de 1910. Esto sitúa la producción de la novela en la primera década del siglo.
Con ello queremos acentuar la coetaneidad de esta novela, con la publicación de la primera casuística de la clínica freudiana -"Estudios sobre la Histeria", de 1895; "Análisis fragmentario de una histeria" —el llamado (Caso Dora)-, de 1905-, así como de textos capitales de su producción teórica -"La interpretación de los sueños", de 1900; "Una teoría sexual y otros ensayos", de 1905-; también coetáneos son sus principales escritos sobre psicoanálisis aplicado al arte y la literatura -"El delirio y los sueños en la Gradiva", de W. Jensen, de 1907; "Un recuerdo infantil de Leonardo de Vinci", de 1910-; incluso de un texto freudiano de alcance sociológico y filosófico -"La moral sexual Cultural y la nerviosidad moderna", de 1908.
Sin embargo, hay que hacer notar que, a pesar de ser España el primer país que asume la tarea de la traducción de las obras completas de Freud, esto no da su primer fruto hasta 1922. Recordemos Como precisión histórica y bibliográfica de interés para situar la obra freudiana respecto a la cronología mironiana, que no es esta la primera noticia del psicoanálisis en España. Si la traducción de las Obras Completas de Freud situó a nuestra lengua en un lugar de privilegio para el acceso al pensamiento del profesor vienés, el interés que este despertó en España coloca a nuestro país en la paradójica situación de haber sido el primero en hacerse eco y difundir el nuevo método terapéutico -entonces método catártico-, sin ningún desarrollo posterior de relieve cuantitativo ni cualitativo. No obstante, la semilla de la lengua haría fructificar aquel esfuerzo, y el pensamiento psicoanalítico haría fortuna en los países sudamericanos, particularmente en la Argentina, a cuya labor de difusión no fue ajena la inmigración de españoles alrededor de las fechas de nuestra guerra civil, como es el caso de la labor realizada por Ángel Garma.
Aunque son datos conocidos, recapitularé, en referencia a la cronología biográfica de Miró, la presencia editorial del psicoanálisis en nuestro país y en aquellos de lengua castellana. Por la proximidad sentimental y cultural de Miró a la lengua y Cultura francesas, incluímos también las traducciones que la obra de Freud tuvo en esa lengua, así como las obras producidas por los primeros psicoanalistas de aquel país y los escritos que, desde el campo médico, psicológico y filosófico, comienzan a dar cuenta de las ideas de Freud desde el año de 1896. Por ser numerosas, haremos referencia solamente a los autores de mayor relevancia, particularmente aquellos cuyos libros figuraban en la biblioteca de Miró.
Freud cuenta con 23 años cuando nace Miró. Desde este momento, y hasta 1900, año en que Miró recibe su licenciatura en Derecho, se han publicado diversas obras del campo médico-psiquiátrico y psicológico que serán referentes científicos para nuestro autor.
En 1883 Théodule Ribot publica "Les maladies de la personalité", libro presente en la biblioteca de Miró. En 1886, aparece el tratado de "Psychopathia Sexualis", de Kraft-Ebing, texto de referencia para todos los interesados en el tema, y que vio su edición francesa en 1895. En él se abordan los aspectos médico-legales de estas anormalidades sexuales que atribuye a causas congénitas. Dos años después, en 1888, Binet da la réplica a Kraft-Ebing en su publicación «Études de psychologie expérimental», que incluye «L'intensité des images mentales», y «Le fétichisme dans l'amour», este último de 1887. Aquí, Binet privilegia el aspecto puramente psicológico, y remite la etiología a sucesos sexuales traumatizantes de la infancia del individuo, y que han quedado como recuerdos olvidados. Un ejemplar figuraba en la biblioteca de Miró. Este último año aparece publicado el libro de Fréderic Paulhan «Les phénomènes affectifs et les lois de leurs apparitions», figurando también entre los libros de su biblioteca.
Es sabido que la avanzadilla de la presencia freudiana en España data de 1893, año en que aparece publicado en dos revistas médicas la traducción de Los mecanismos psíquicos de los fenómenos histéricos, texto considerado como «preanalítico», pero que ya plantea la etiología de la histeria del lado del afecto, la teoría del trauma y los interrogantes de la hipnosis, y de la histeria misma, a la medicina organicista del momento. Efectivamente, esta tempranísima fecha señala la traducción de la Comunicación preliminar -"Uberden psychischen mechanismus hysterischer Phäenomene: Vorláufige Mitteilung"-, que aparecerá integrado como «Introducción» de los "Studien über Hysterie", de 1895 -año en que Miró inicia los estudios universitarios en la facultad de Derecho de Valencia-, y donde figura también el "Historial clínico de Elisabeth von R.", al que prestaremos una especial atención.
Este escrito -en colaboración con su amigo médico y mentor J. Breuer-, apareció publicado en Viena en el mes de enero de 1 893, no teniendo mayor relieve en los ámbitos científicos de cultura alemana. Tan solo al mes siguiente aparece la versión en castellano -traducción de autor desconocido- en la Revista de Ciencias Médicas, de Barcelona, -vol. XIX, no3, pp.54-59 y n°4, pp.85-89, y entre este mes y el mes siguiente en la Gaceta médica de Granada -vol. XI, no233, pp.129-135-, hecho que les grangea el privilegio de ser, según confesión de Strachey «la primerísima traducción de una obra psicológica de Freud que se haya publicado en el mundo.» Sin embargo, esta observación se refiere a la edición de la revista granadina, pues aquí no se hace referencia a la edición de la revista catalana qué, según las fechas de aparición, llevó la iniciativa de la edición de dicha traducción. Desconozco si se trata de la misma traducción la versión publicada en ambas revistas, pero por las fechas -10-25 de febrero para la de Barcelona, y febrero y marzo para la de Granada-, pensamos que debe de ser la misma. El hecho cobra todo su relieve si consideramos que los ecos en Londres datan, el primero, del mes de abril, y en París se demora hasta junio y julio, siendo, además, que en ambos se trata solamente de reseñas.
En 1896 Ribot publica "La psychologie des sentiments", en el que distingue el concepto freudiano de Unbewusste, de un inconsciente como parte oculta de la conciencia.
Freud quiso hacer coincidir la publicación de su obra emblemática -"La interpretación de los sueños"- con el comienzo del nuevo siglo, marcando así la ruptura epistemológica que suponía en el campo de la clínica. También de 1900 es la versión castellana de "L'amour libre", de Charles Albert, libro presente en la biblioteca de Miró. Un año después Miró publica su primera novela, La mujer de Ojeda. También es el año de su matrimonio con la hija del cónsul de Francia en Alicante. Este año Freud publica su "Psicopatología de la vida cotidiana", texto donde, en la línea del anterior y de "El chiste y su relación con lo inconsciente", de 1905, extiende los procesos psíquicos que ha encontrado actuantes en la patología mental al ámbito de la conducta cotidiana.
En 1903, Miró publica "Hilván de escenas", y su admirado doctor Ingenieros publica en la Argentina "Simulación en la locura", tema este de la «simulación» que tanto interés ha tenido siempre para los estudiosos de la histeria. Un año después, Miró publica "Del vivir", y colabora en revistas locales. Théodule Ribot publica "La logique des sentiments", presente en la biblioteca de Miró.
En 1905 hasta 1906, Miró fracasa en sus intentos de opositar a la Judicatura. En el primero de estos dos años Freud publica "Una teoría sexual y otros ensayos", en donde hace una primera aproximación al fetichismo, abordándolo desde la condición del «objeto». Aparece también su texto breve "Personajes psicopáticos en el teatro", primer escrito para abordar una crítica estética psicoanalítica desde el «receptor».
Durante el año siguiente Freud publica la conferencia "El psicoanálisis y el diagnóstico de los hechos en los procedimientos judiciales". En Francia, gracias a los trabajos del zuriqués Alphonse Maeder se publica, en los "Archives psychologiques", un escrito introductorio a la "Interpretación de los sueños", de Freud, y que sirve de recensión a los lectores franceses que no puedan acudir al original.
En 1907 Freud publica "El delirio y los sueños en la «Gradiva", de WJensen, texto inaugural de la aplicación del psicoanálisis a la literatura. Esta año Jung viaja a Francia a debatir con Janet respecto al psicoanálisis, encuentro definido como «decepcionante» por Jung.
En 1908 Miró publica "La novela de mi amigo", y es premiado por su cuento "Nómada". Freud publica otro escrito breve, El poeta y la fantasía, primer escrito para abordar una crítica estética psicoanalítica desde el «emisor». Este año aparece publicada en Francia una conferencia de los doctores Schmiergeld y Provotelle, "La Méthode psychanalytique et les Abwehr-Neuropsychosen, que aporta una bibliografía de las obras de Freud, y hacen un examen del «caso Dora».
En 1909, Miró publica "La palma rota", "El hijo santo", y "Amores de Antón Hernando". Comienza su colaboración en «Caras y Caretas», de Buenos Aires. Este año aparece el primer escrito autóctono español sobre psicoanálisis. Lo escribe el doctor Miguel Gayarre Espinar, y es un artículo con el título «La génesis sexual del histerismo y de las neurosis en general», en la Revista Clínica de Madrid, en el que critica la etiología sexual de la histeria, a partir del «caso Dora», publicado en 1905 por Freud.
En 1910, Miró publica Las cerezas del cementerio, y anuncia la «inminente publicación» de otra de sus novelas: Dentro del cercado. Freud publica "Un recuerdo infantil de Leonardo da Vinci", primer texto referido a la estética de las artes plásticas. También publica "Sobre un tipo especial de la elección de objeto en el hombre", escrito que junto al de "Sobre una degradación general de la vida erótica", de 1912, y "El tabú de la virginidad", de 1918, constituyen una trilogía sobre la psicología de la vida amorosa.
También es de este año, aunque no apareció publicado hasta 1915 en La Lectura, una referencia de Ortega y Gasset al psicoanálisis. Es de particular interés para nosotros, pues tiene su ocurrencia en el marco de un escrito de crítica literaria del filósofo español sobre la obra del novelista Baroja. En este texto -de 1910,-, y en un par de páginas, Ortega hace un apretado resumen de la teoría psicoanalítica existente hasta el momento en una muy acertada condensación expositiva. En ella se acentúa el efecto disruptivo en el curso del pensamiento de las emociones y afectos que han quedado inconscientes por la represión de las representaciones a que estaban ligados. Ruptura del continuo intelectivo, presencia de ideas absurdas y exceso de intensidad emocional y expresiva configuran un panorama clínico que Ortega va a utilizar para hacer un diagnóstico «psicopatoantropológico» de la «postura» vital hispana. Es más, incluso le sirve a Ortega el punto de vista psicoanalítico para sugerir una interpretación de España como «síntoma» de una posición más estructural, más de fondo, que sería «la postura africana ante el universo.». Nos encontramos aquí con un Ortega que, prácticamente al mismo tiempo que lo empezara a hacer Freud, utiliza las extrapolaciones clínicas de la teoría psicoanalítica para hacer «psicoanálisis aplicado» a la cultura.
A finales de este año, en carta a Jung, Freud escribe: «La interpretación de los sueños ha encontrado lectores en París y en Madrid, como lo atestiguan cartas que provienen, también es verdad, de gente con nombre alemán». Este año se considera como el de la introducción «oficial» del psicoanálisis en Francia: el doctor Morichau-Beauchant se adhiere abiertamente a la causa psicoanalítica, a través de cuatro artículos publicados en estos primeros años de la década, titulándose el primero de ellos, de 1911, "Les Rapport Affectif dans la cure des psychoneuroses".
También de este año es un largo artículo sobre la histeria que Binet escribe,en colaboración con Simón, en su revista "Année Psychologique", en el que recoge la perpectiva psicoanalítica. En El congreso Médico Internacional de Buenos Aires que se celebra este año, el doctor Germán Greves presenta un trabajo titulado "Psicoterapia y reeducación psíquica", en el que alaba los resultados de la terapia psicoanalítica en las neurosis obsesivas, y se queja de la resistencia ofrecida por la comunidad científica al papel asignado por Freud a la sexualidad infantil.
En 1911, año en el que Miró es nombrado Cronista de Alicante, y comienza su colaboración en el Diario de Barcelona, aparece el artículo de Ortega, "Psicoanálisis, ciencia problemática", que supone la presentación en el ámbito de lengua castellana de ese nuevo saber que se pretende científico. El artículo de Ortega, plenamente inscrito en su vocación pedagógica de elevar el nivel cultural y científico de los españoles, no es un artículo especializado, o, mejor dicho, para especialistas. En él, Ortega da cuenta de algunos de los conceptos mayores del psicoanálisis hasta la fecha, y hace una magnífica lectura de los mecanismos operantes en la producción de los fenómenos inconscientes y de la dinámica que los mueve. Todo ello da buena Cuenta de la meritoria Comprensión por parte del filósofo español de una disciplina no solamente novedosa cronológicamente, sino por los supuestos epistemológicos que pone en juego.
El año 1912 tiene su interés en nuestro tema por ser el año en el que Freud funda una nueva revista, mago, revista dedicada al psicoanálisis aplicado y que lleva por subtítulo Revista para la aplicación del psicoanálisis a las ciencias del espíritu. Este hecho fundacional es la constatación de la envergadura del trabajo que los psicoanalistas están realizando sobre los campos afines a su materia. Esta línea de trabajo es explícitamente validada por Freud, un año después, con la publicación de "Múltiple interés del psicoanálisis", recorrido acerca de la aportación que el psicoanálisis realiza a distintos campos de la cultura, entre ellos, la literatura. Publica también "El tema de la elección del cofrecillo", en el que aborda el drama de Schakespeare "El mercader de Venecia".
Este año de 1913, el psiquiatra Hesnard, después de haberse disculpado, en carta personal a Freud, por la actitud del mundo científico francés hacia el psicoanálisis, publica dos conferencias tituladas "La théorie sexuelle des psycho-névrose, psycho-analyse de Freud". Estas conferencias inician una larga serie de publicaciones de este autor dedicadas al psicoanálisis. Por su parte, Ribot vuelve sobre el tema del «inconsciente» y publica "La vie inconsciente et les mouvements", en cuyo prefacio da cuenta de los trabajos de Freud y del psicoanálisis. Un año despues, en su artículo «La loguique affective de la psycho-analyse», Ribot da Cuenta de las diferencias entre Freud y Janet respecto a la metodología con que se aborda el acceso a lo psíquico. También en Francia, este año y el anterior, el profesor Kostyleff, de l'Ecole Pratique de Hautes Etudes, publica artículos en los que se da cuenta del «caso Dora» de Freud.
En 1914, año en que Miró y familia se trasladan a Barcelona a residir, ciudad donde ocupa un cargo en su Diputación, y en el que Freud publica "Introducción al narcisismo", el psiquiatra madrileño Enrique Fernández Sánz publica "El Psicoanálisis", en la revista "Los Progresos de la Clínica", que pasará a integrarse como un capítulo en su libro "Histerismo, Teoría y Clínica", recorrido amplio y detallado sobre esta patología, y en el que valora de forma diferencial distintos aspectos de la posición psicoanalítica sobre el tema. En Francia, Janet publica "La psycho-analyse", manifiesto de antifreudismo «científico», y en el que el autor cristaliza su posición de rivalidad con Freud.
En 1915, en Francia, el doctor Farez reclama, frente al psicoanálisis de Freud, un «psicoanálisis francés». Miró publica "Los amigos, los amantes y la muerte", y "El abuelo del rey". El año siguiente es el que tomamos como fecha de la publicación de la novela "Dentro del cercado". Publica también "Figuras de la Pasión del Señor", apareciendo el tomo 2 al año siguiente. También de 1917 es "El libro de Sigüenza".

El año de 1916 aparece, en un nuevo escrito orteguiano de la serie "El espectador", un artículo de crítica literaria -"Leyendo el Adolfo, libro de amor"- en el que el autor recoge la propuesta psicoanalítica de la etiología sexual de las enfermedades mentales. Ortega valora decididamente la certera orientación de Freud en apuntar a lo sexual Como aquella fuerza generadora de una parcela desconocida de nuestra personalidad, de igual montante que la parte consciente. No es difícil leer allí la hipótesis del inconsciente en su realidad sexual, del mismo modo que recoge sucintamente las notas definitorias de la teoría general. Aunque en un estilo de retórica literaria, Ortega define como «haber puesto el dedo en la llaga de nuestra personalidad» el hecho de haber desvelado esa dinámica inconsciente, y esa energética pulsional como los auténticos resortes de nuestro psiquismo.
En 1919, Miró publica "El humo dormido". Es el año en que Freud publica "Lo siniestro", abordaje psicoanalítico de todo un campo de la estética a través del relato fantástico de E.T.A. Hoffman "El hombre de arena".
En 1920 Miró se traslada, con su familia, a Madrid. Comienza su colaboración en los periódicos El Sol, de Madrid, y La Nación, de Buenos Aires. Este año, año en el que Freud da inició a una profunda revisión del Conjunto de su teoría, y en el que publica Más allá del principio del placer, texto en el que Completa su concepción pulsional de la vida humana, el doctor Fernández Sánz publica "La aplicación práctiga del psicoanálisis a la clínica neurológica", en La Medicina Íbera, artículo más o menos recopilatorio de su posición ya conocida. La presencia de Freud y sus ideas pierden espacio en sus libros Disciplina de los nervios y régimen de salud mental, del mismo año, y "Las psiconeurosis", del año siguiente. Este año de 1921, Miró publica "El ángel, el molino, el caracol del faro", y "Nuestro Padre San Daniel". Durante la década de los veinte se traducen al francés, bien que bastante deficientemente, un buen número de las obras de Freud. Son muy bien acogidas entre los integrantes del movimiento surrealista, quienes se convierten en activos propagadores de la doctrina freudiana.
El año de 1922, en el que Miró publica "Niño y grande", viene marcado por la aparición de la traducción por Luis López-Ballesteros y de Torres de las Obras Completas de Sigmund Freud, impulsada y prologada por José Ortega y Gasset, y en edición de Biblioteca Nueva, versión que irá apareciendo entre este año y 1934 de forma pareja a los escritos originales, Gesammelte Schriften, en Viena.
Este hecho «dispara» la publicación de artículos sobre el psicoanálisis escritos por autores españoles. El doctor Fernández Sánz retoma nuevamente el tema, esta vez bajo el aspecto concreto de la técnica terapéutica en Tratamiento psíquico. Principios fundamentales y métodos. El doctor Gonzalo Rodríguez Lafora publica "Estudios psicoanalíticos sobre las obsesiones", en Archivos de Medicina, Cirugía y Especialidades, y el doctor Jimeno Riera publica "La histeria desde el punto de vista psicoanalítico", también en Archivos de Medicina, Cirugía y Especialidades.
Un año después, en 1923, Freud publica "El Yo y el Ello", texto clave de su tópica psíquica. En España aparecen escritos de: Fernández Sánz, "Técnica de la Psico-análisis como instrumento terapéutico", en El Siglo Médico, y "La evolución del Psico-análisis". Los disidentes. El freudismo ortodoxo», en Archivos de Medicina, Cirugía y Especialidades; el doctor Rodríguez Lafora publica su Conferencia «La teoría y los métodos del Psicoanálisis», también en Archivos de Medicina, Cirugía y Especialidades; el psiquiatra José Miguel Sacristán publica "El psicoanálisis como método de exploración del inconsciente", y "La teoría psicoanalítica de Freud", en la Revista de Pedagogia, y "Freud, S. Das Ich und Das Es", en la Revista de Occidente. En Argentina, Aníbal Ponce escribe «La divertida estética de Freud. La gramática de los sentimientos», en Estudios de Psicología.
En 1924, Fernández Sánz publica «Observaciones polémicas Sobre psico-análisis», en Archivos de Medicina, Cirugía y Especialidades, y «Psicoanálisis y lógica», en Siglo Médico. Rodríguez Lafora publica «La interpretación de los sueños», en la Revista de Occidente. El psiquiatra José María Villaverde publica "Sobre el Psicoanálisis", y "Las últimas novedades en materia de Psicoanálisis", en la revista El Siglo Médico. El doctor José Sanchís Banús publica "La Cuestión del psicoanálisis", en Archivos de Medicina, Cirugía y Especialidades. La importancia y difusión adquirida en esta fecha por el psicoanálisis le hace merecedor de aparecer en la Enciclopedia Espasa bajo el epígrafe «El método de Freud.»
En 1925 encontramos nuevamente al doctor Fernández Sánz que publica "Sobre el concepto unitario de libido: su interpretación biológica y Social", en Archivos de Medicina, Cirugía y Especialidades. El doctor Sacristán publica "Freud ante sus contradictores", en la Revista de Occidente. Desde el campo de la pedagogía aparece un primer escrito, el de Domingo Barnés quien publica "El Psicoanálisis y la educación", en el Boletín de la Institución Libre de Enseñanza. Desde el campo de la religión encontramos la labor del dominico Manuel Barbado, catedrático de influencia institucional en los campos de la filosofía, la pedagogía y la psicología española, quien publica diversos artículos referentes al psicoanálisis en La Ciencia Tomista. Por su parte, el jesuita y profesor de filosofía Eustaquio Ugarte de Ercilla, publica "La escuela freudiana y la metapsicología", en Razón y Fe. El catedrático de filosofía de la Universidad de Madrid Lucio Gil Fagoaga, publica la conferencia pronunciada en la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, con el título de "El psicoanálisis y su significación".
El año de la publicación por Miró de "El obispo leproso", en Argentina Enrique Mouchet escribe "La significación del psicoanálisis". Un año después, Freud publica "El fetichismo" -1927-, en el que da su estado definitivo al tema, esta vez del lado de lo que supone de estructurante para el sujeto.
En España aparece la primera aportación desde el campo judical. La realiza el magistrado César Camargo Marín, quien publica "Las teorías del profesor Freud ante la psicología experimental, normal y onírica", en la Revista de los Tribunales. Gil Fagoaga publica Las interpretaciones de los sueños. Este mismo año encontramos directamente en la literatura, a través de "Sinrazón", drama teatral de Sánchez Mejía, el rastro en el que se transparenta la presencia del pensamiento freudiano.
En marzo de este año se publica en El Debate un artículo firmado por Nicolás González Ruiz, y titulado "Las ideas y el estilo de Gabriel Miró. Freudismo y modernismo", que merece cierto comentario por nuestra parte, ya que es el primer escrito del que tengo noticia en el que se afirma sin ambages la presencia de las ideas de Freud en el pensamiento que Miró trasluce en sus novelas. El artículo es ferozmente crítico contra el autor alicantino, como podía esperarse de un artículo aparecido en un periódico ultracatólico y defensor del dictador Primo de Rivera. Este año Miró fue propuesto como miembro de la Real Academia, lo que provocó en su contra una campaña difamatoria de la Compañía de Jesús. Este artículo forma parte de dicha campaña, la cual parece que tuvo éxito y el nombre de Miró fue vetado en la Academia. Es interesante comprobar como índice de la difusión del «freudismo» en la España de este momento histórico, que el psicoanálisis sea utilizado -negativamente en este caso, por supuesto- como argumento, y en una publicación diaria, para dar cuenta «razonada» de toda una producción literaria. En el artículo, el autor nos hace saber que su desagrado por las novelas de Miró arranca desde la primera que leyó, La palma rota, «repulsión» que no pudo concretar en «juicio» hasta muchos años después. En el momento de escribir el artículo ya puede fundar ese juicio sobre el conjunto de la literatura mironiana: «freudismo en las ideas y modernismo en el estilo». Me interesa resaltar esa impresión inespecífica del autor, en la que más tarde pudo reconocer la presencia de Freud desde la primera producción mironiana, y que tiene su base en la importancia central de las motivaciones de carácter sexual que rigen, a juicio del autor, los comportamientos de sus personajes.
En el año 1928 podemos encontrar un variado muestrario de publicaciones sobre el psicoanálisis y su presencia en diversos campos culturales y científicos. El doctor César Juarros publica Los horizontes de la Psicoanálisis", en Mundo Latino, y José Sanchís Banús publica "La psicopatología y los cuentos infantiles", en la Revista de Pedagogía. Quintiliano Saldaña publica "Siete ensayos sobre Sociología sexual". Manuel Barbado publica su "Introducción a la psicología experimental", que incluye el capítulo «Ultima evolución del asociacionismo: la escuela psicoanalítica». En el mundo de la literatura aparece "Las Adelfas", obra teatral de los hermanos Machado, en la que el psicoanálisis aparece de forma explícita. En Argentina, Gregorio Berman publica "Psicología del Narcisismo". Es el año que Miró publica "Años y leguas", y Freud vuelve a tomar a la literatura como tema de su reflexión clínica con "Dostoiewsky y el parricidio".

En 1929, César Camargo Marín publica Psicoanálisis del sueño profético, con prólogo de Quintiliano Saldaña, y "Sobre la técnica del chiste", en la Revista de los Tribunales. José Miguel Sacristán publica "Técnica del Psicoanálisis infantil", en la Revista de Pedagogía. La literatura aporta, a través de Juan José Domenchina, su novela "La túnica de Neso", en la que son frecuentes las referencias a Freud.
or último, señalar que el año de la muerte de Miró, 1930, César Camargo Marín publica "El psicoanálisis en la doctrina y en la práctica judicial".

* MÁRQUEZ VILLANUEVA, Francisco: «Gabriel Miró, entre filografía y biografía (Dentro del cercado)», en La esfinge mironiana y otros estudios sobre Gabriel Miró, Alicante, Instituto de Cultura «Juan Gil-Albert», 1990, pp.71-96, . ONTAÑÓN de LOPE, Paciencia: Estudios sobre Gabriel Miró, México, Univ.Aut. de México, 1979, pp. 111-141. LARSEN, Kevin S.: «La ciencia aplicada: Gabriel Miró, Alfred Binet y el fetichismo», en Bulletin Hispanique, Tomo LXXXVII, No.12, Bordeaux, Ed. Bière, (Enero-junio 1986), pp.121-144.*ORTEGA Y GASSET, José: «Psicoanálisis, ciencia problemática», O.C.TI, Madrid, Alianza Editorial, 1983, pp.216-237. Previamente, en 1910, está su «Hipótesis del histerismo español», en su escrito Una primera vista sobre Baroja - O.C.T.II, Madrid, Alianza Editorial, 1983, pp.110-111-, que no llegó a ser publicada hasta 1915, en La Lectura. Para el conjunto del tema de las relaciones de Ortega con el psicoanálisis se puede consultar nuestra tesis doctoral Ortega y Casset y el Psicoanálisis, Universidad Complutense de Madrid, 1995.
*Cf. MARQUEZ VILLANUEVA, Francisco, op.cit. pp.71-96.
*Cf. Obras Completas de Sigmund Freud, vol. II, Buenos Aires, ed. Amorrortu, 1990, p.9.
*ORTEGA Y GASSET, José. «Confesiones de «El Espectador», O.C.T.II, Madrid, Alianza Editorial, 1983, p.27.

No hay comentarios:

Publicar un comentario